Hipertensión: Magnesio para controlar la presión arterial alta
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La Hipertensión es la elevación de los niveles de presión arterial de forma continua o sostenida. Para entenderlo mejor es importante definir la presión arterial. El corazón ejerce presión sobre las arterias para que éstas conduzcan la sangre hacia los diferentes órganos del cuerpo humano. Esta acción es lo que se conoce como presión arterial. La presión máxima se obtiene en cada contracción del corazón y la mínima, con cada relajación.
El magnesio, un mineral esencial para la salud.
El magnesio (Mg), un elemento esencial en el cuerpo humano, puede tener efectos beneficiosos para la salud para la prevención primaria de la hipertensión. Dada la creciente prevalencia e incidencia de la hipertensión, la identificación de medidas preventivas efectivas y seguras que ofrezcan incluso efectos moderados de la presión arterial (PA) podría tener un impacto significativo en la salud. Varias líneas de evidencia de la investigación en laboratorio han sugerido algunos mecanismos subyacentes. El Mg puede desempeñar un papel crítico en la regulación de la PA, estimulando directamente la formación de prostaciclina y óxido nítrico, modulando la vasodilatación dependiente del endotelio y del endotelio, reduciendo el tono vascular y la reactividad, y prevenir la lesión vascular a través de sus funciones antioxidante y antiinflamatoria. Numerosos estudios experimentales han implicado un vínculo fisiopatológico entre el menor contenido de Mg en la sangre (hipomagnesemia) o el tejido y la hipertensión.
Beneficios del magnesio para controlar la hipertensión
La presión arterial alta puede controlase con una dieta rica en magnesio. El magnesio es un mineral que ayuda a mantener constante el ritmo cardíaco, es vital para huesos y dientes sanos, la función muscular, el sistema nervioso y para mantener los intestinos en un nivel saludable. También puede controlar el azúcar en sangre para combatir la resistencia a la insulina que puede derivar en diabetes tipo 2.
Distintas investigaciones han determinado que las personas que reciben un promedio de 368 mg por día durante un promedio de tres meses tuvieron reducciones generales en la presión arterial sistólica de 2 mm de mercurio (mm Hg) y presión arterial diastólica de 1,78 mm Hg.
Con una dieta diaria equilibrada se deberían poder obtener suficiente magnesio. Los alimentos ricos en magnesio incluyen verduras de hojas verdes oscuras, pescado, plátanos, frutos secos, chocolate amargo, arroz integral, garbanzos.
Sin embargo, los suplementos de magnesio podrían considerarse como una opción para reducir la presión arterial en «personas de alto riesgo o pacientes con hipertensión» y para quienes no puedan, por diferentes motivos, llevar una dieta equilibrada.
La deficiencia de magnesio se puede determinar con una prueba para medir la cantidad de magnesio en la sangre.
Hipertensión: ¿por qué es un factor de riesgo?
La hipertensión supone una mayor resistencia para el corazón, que responde aumentando su masa muscular (hipertrofia ventricular izquierda) para hacer frente a ese sobreesfuerzo. Este incremento de la masa muscular acaba siendo perjudicial porque no viene acompañado de un aumento equivalente del riego sanguíneo y puede producir insuficiencia coronaria y angina de pecho. Además, el músculo cardiaco se vuelve más irritable y se producen más arritmias.
En aquellos pacientes que ya han tenido un problema cardiovascular, la hipertensión puede intensificar el daño.
Propicia la arterioesclerosis (acúmulos de colesterol en las arterias) y fenómenos de trombosis (pueden producir infarto de miocardio o infarto cerebral). En el peor de los casos, la hipertensión arterial puede reblandecer las paredes de la aorta y provocar su dilatación (aneurisma) o rotura (lo que inevitablemente causa la muerte).
¿Cómo afecta la presión arterial al cerebro?
Cuando las arterias se vuelven rígidas y estrechas, el riego sanguíneo resulta insuficiente y provoca la aparición de infartos cerebrales (ictus o accidente vascular cerebral isquémico). La elevación de la presión arterial también puede causar la rotura de una arteria y ocasionar una hemorragia cerebral (ictus o accidente vascular cerebral hemorrágico).
¿Cómo afecta la presión arterial a los riñones?
La hipertensión causa rigidez en las arterias que suministran la sangre a los riñones. Pero también perjudica al propio riñón, lo que puede desembocar en una insuficiencia renal que incluso requiera diálisis. Por otro lado, si el riñón resulta dañado se puede producir un aumento de la presión arterial.
¿Cómo afecta la presión arterial a otros órganos?
Si afecta a las arterias de las piernas causa dolor al caminar.
Si daña las arterias de la retina provoca alteraciones en la visión.
En los hombres puede ser causa de impotencia.
Hipertensión: diagnóstico
El diagnóstico se basa en un sencillo procedimiento de medición, aunque en algunos casos son necesarias otras pruebas como el holter de presión arterial. Es imprescindible completar el estudio con un análisis de laboratorio (de sangre y orina) y un electrocardiograma. Para facilitar un diagnóstico es muy importante tener presente estas recomendaciones:
La hipertensión arterial no produce síntomas y puede pasar inadvertida.
Es más frecuente a partir de los 40 años, aunque puede aparecer a cualquier edad.
Hay predisposición familiar, aunque se da también en personas sin antecedentes.
¿Cuáles son los niveles normales de presión arterial?
Hipertension: Tensiometro de muñeca
Presión arterial normal. Los niveles de máximos de presión arterial sistólica (máxima) están entre 120-129 mmHg, y las de diastólica (mínima) entre 80 y 84 mmHg. Cifras más bajas también pueden considerarse normales, siempre que no provoquen ningún síntoma.
Presión arterial normal-alta. Las cifras de presión arterial sistólica (máxima) están entre 130-139 mmHg, y las de diastólica (mínima) entre 80-89 mmHg. En personas diabéticas, los niveles superiores a 140/85 mmHg también se consideran altos.
Hipertensión: tratamiento y prevención
El mejor tratamiento de la hipertensión es una buena prevención que evite su aparición. Para ello es fundamental seguir un estilo de vida cardiosaludable:
- Perder peso.
- No fumar.
- Limitar la ingesta de sal
- Limitar la ingesta de alcohol
- Realizar ejercicio físico regular.
- Consumir frutas, verduras, legumbres, frutos secos, pan y otros cereales.
- Quienes son hipertensos no puedes conformarte con las recomendaciones anteriores, ya que es posible que se deba seguir un tratamiento específico.
- Para esto es fundamental seguir los consejos e indicaciones del médico.
Hipertensión en niños
En los últimos años se ha producido un incremento de la obesidad infantil y un aumento alarmante del número de niños hipertensos. De allí que se extreme el cuidado de los hijos para evitar su aparición. Dieta equilibrada, ejercicio y control de la presión arterial son vitales.
Para realizar una medición correcta de la presión arterial en la edad pediátrica, es necesario utilizar manguitos de un tamaño adecuado al brazo del niño. Por ese motivo existen modelos apropiados para medirla a cualquier edad.
Hipertensión en mujeres
Las mujeres habitualmente presentan valores de presión arterial sistólica inferiores a los de los hombres. Sin embargo, la presión arterial sistólica aumenta con la edad de una forma más pronunciada en la mujer: por encima de 60 años las mujeres presentan cifras de presión arterial superiores, incrementando la frecuencia de hipertensión es estas edades.
Además, los anticonceptivos orales producen una elevación leve de la presión arterial en la mayor parte de las mujeres y pueden ser causa de hipertensión en una proporción pequeña. Lo mismo sucede con el tratamiento hormonal sustitutivo.
Hipertensión y embarazo
Los trastornos hipertensivos del embarazo continúan siendo una causa importante de problemas durante la gestación que ocasionan enfermedades en el feto y durante el periodo neonatal. Normalmente, la presión arterial disminuye en el segundo trimestre y en el tercer trimestre, las cifras suelen volver a los valores previos al embarazo. Estas modificaciones pueden aumentar en algunos casos y ser causas de complicaciones, por lo que resulta de extraordinaria importancia el control de las cifras de presión arterial durante esta etapa.
Hipertensión en ancianos
Como la presión arterial sistólica se eleva con la edad, se ha considerado durante mucho tiempo que es normal que en edades avanzadas se tenga la presión elevada. Actualmente se conoce que la cifra de presión arterial se recomienda que deben de mantenerse dentro de rangos normales a todas las edades para disminuir el riesgo de complicaciones cardiovasculares, sin embargo, en pacientes más ancianos podemos tener una presión hasta 150 mmHg, valorándose individualmente.
Aunque ya tengamos ritmo de vida saludable y una dieta sana es importante agregar algunos minerales específicos que son clave para regular la presión arterial.
Siempre es aconsejable buscar el consejo de su médico o especialista.
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Fuentes: Hypertension Magazine / Fundación Española del Corazón